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Lo que debes saber sobre el ADHD
Por Lic. Veronica Wolman
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El 4% de la población sufre de ADHD
¿Te distraes fácilmente? ¿Te cuesta recordar las cosas? ¿Eres inquieto? ¿Te quedas ido frente a las pantallas y te aíslas del mundo? Unos 8 millones de adultos viven con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (ADHD), aunque pocos saben que lo tienen. Se detecta más en niños, pero puede persistir toda la vida.
El síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad, conocido por sus siglas en inglés ADHD, se caracteriza por problemas de atención, impulsividad y sobreactividad. Según las estadísticas del Centro de Control de Enfermedades, entre el 3 y 7% de los niños en edad escolar sufren este trastorno.
Muchos adultos distraídos, desorganizados, con dificultades financieras, problemas de relación de pareja y amigos en realidad padecen el síndrome de ADHD. Del más del 4% de la población con el trastorno, sólo un 10% ha sido diagnosticada.
¿Cómo reconocer si un niño tiene este trastorno?
Los niños con ADHD tienen dificultad para prestar atención, para seguir instrucciones, terminar tareas e incluso tienden a perder y a olvidar sus pertenencias. También pueden ser chicos que no pueden quedarse quietos, que suben y bajan escaleras o que interrumpen, no tienen paciencia para esperar su turno, hablan demasiado y actúan sin pensar.
¿ADHD or ADD?
La ciencia viene estudiando este síndrome hace más de 100 años con diferentes nombres, el más popular fue ADD (Trastorno del Déficit de Atención). Sin embargo, los especialistas reconocen diferentes tipos de trastorno, según sea predominante la falta de atención (que sería el ADD), la hiperactividad-impulsividad o una combinación de ambas.
El rechazo y la incomprensión es frecuente
Debido a su falta de atención en los demás, su impulsividad e hiperactividad, las personas con ADHD son frecuentemente rechazadas. El ADHD no es un trastorno que los demás puedan notar fácilmente y puede ser confundido con rudeza, irresponsabilidad, egoísmo, falta de interés y hasta depresión o trastorno bipolar, esto último sucede sobre todo en las mujeres.
Opciones de tratamiento
Según el CDC, el ADHD no es curable, pero responde muy bien al tratamiento. En la mayoría de los casos, lo que mejor resultados ha dado es una tratamiento integral que incluye medicamentos y psicoterapia conductual. El psicólogo debe actuar como coach y ayudar al paciente a trabajar con aspectos de la patología que interfieren en el día a día.
Medicamentos para el ADHD
Hay dos tipos de medicamentos que se utilizan para tratar el ADHD: los estimulantes (son los más comunes, un 75% de los niños responden en forma positiva al tratamiento) y los no estimulantes (tendrían menos efectos secundarios y su efecto puede durar hasta 24 horas). La mejor opción varía según el caso.
Ritalina y Adderall, los medicamentos más comunes
La medicinas más comunes son los estimulantes Aderrall y Ritalina. La mayoría de las veces son muy efectivas en el manejo de los síntomas, sobre todo en lo relativo a concentración y autocontrol, pero pueden tener efectos secundarios como náuseas, vómitos, pérdida de peso, insomnio y dolor de cabeza. También tienen riesgo de crear adicción y dependencia.
Las pantallas y el ADHD
La incapacidad de una persona de lograr la concentración frente a una pantalla (computadora, televisión, teléfono) es un síntoma del ADHD. Hay conexiones neurológicas que unen la atención de las personas con ADHD a las pantallas, según un estudio de la Universidad de Nueva York. Lo que los expertos aún no han determinado si el ADHD es causa de esta conexión o viceversa, el exceso de pantallas puede afectar la atención.
Videojuegos, la gratificación inmediata
Los pacientes con ADHD necesitan de la recompensa inmediata, el pasar de nivel. Juntar puntos de los videojuegos es una gratificación inmediata que estimula los niveles de dopamina en el cerebro, algo que en estos niños puede ser deficiente. Los medicamentos ayudarían a incrementar la presencia de dopamina en el cerebro.
Un trastorno heredado
Según la organización gubernamental CHADD (Centro de Ayuda a Niños y Adultos con ADHD) existen variaciones a nivel neurobiológicas que se pueden detectar en las personas con ADHD. Las personas con ADHD muestran imágenes cerebrales con menor actividad y algunos desbalances en los neurotransmisores. Por otro lado, el factor genético también juega un rol importante: el 80 por ciento de los casos de ADHD tienen un componente hereditario.
Cómo se detecta el ADHD
No se detecta con análisis de sangre o estudios cerebrales. Se diagnostica a través de una serie de preguntas que se le realiza al paciente que indaga sobre situaciones de la vida cotidiana, además de evaluaciones por la propia familia y escuela (en el caso de los niños). En general los síntomas de ADHD aparecen antes de los siete años.
La estructura es clave tanto para niños como adultos
El CDC recomienda a los padres de niños con ADHD: crearles una rutina, ayudarlos con la organización de sus cosas, evitar las distracciones al momento de hacer tarea, darle instrucciones claras y concisas, ponerles metas y premiarlos al cumplirlas y ayudarlos a descubrir sus talentos y destrezas.